domingo, 7 de julio de 2013

Segundos antes del accidente, los pasajeros sabían que volaban muy bajo

< t>



 El vuelo 214 de Asiana Airlines estaba a unos segundos de aterrizar cuando los pasajeros percibieron que algo estaba terriblemente mal.
El avión se acercaba al Aeropuerto Internacional de San Francisco bajo un hermoso cielo azul, pero volaba muy bajo. Peligrosamente bajo.
Benjamin Levy miró por la ventana de su asiento 30K y dijo que podía ver el agua de la Bahía de San Francisco a 3 metros bajo el avión.
Incluso para un aeropuerto en donde las pistas de aterrizaje están cerca del agua, el descenso pareció alarmante para Levy, residente de esa ciudad.
“No veo la pista, sólo veo agua”, recordó Levy.
Más atrás en el Boeing 777, Xus Das tuvo la misma impresión.
“Viendo a través de la ventana, se veía el nivel del mar junto a la pista” publicó en Weibo, el equivalente a Twitter en China.
Luego, sin aviso o alerta desde la cabina, el avión se estrelló contra el borde de la pista. El impacto rompió la cola del avión y puso el resto de la aeronave a girar sobre su barriga.
Una gran bola de fuego y nubes de humo se alzaron en el cielo. Los primeros socorristas llegaron al lugar mientras los espectadores horrorizados en el terminal aéreo temían lo peor.
Los médicos encontraron los cuerpos de dos niñas chinas en la pista, junto a los restos en llamas del avión. La aerolínea identificó a las niñas como las estudiantes Wang Linjia y Ye Mengyuan, ambas de 16 años.
Sorprendentemente, las otras 305 personas que estaban en el avión sobrevivieron al accidente en la mañana del sábado. Un total de 70 estudiantes y profesores chinos se dirigían a un campamento de verano en Estados Unidos, según reportó la agencia estatal china Xinhua.
“Somos afortunados de que no hubo mayor pérdida de vidas”, dijo la jefe de bomberos de San Francisco, Joanne Hayes-White.
Cuando los socorristas llegaron, encontraron a algunos de los pasajeros saliendo del agua.
“Había fuego en el avión, así que la suposición puede ser que se acercaron al borde del agua, que es muy poco profunda, a lo mejor para empaparse ”, dijo Hayes-White.
Mientras que 182 personas fueron llevadas a hospitales con heridas desde fracturas de columna hasta moretones, otras 123 pudieron salir ilesas.
Algunos saltaron o se deslizaron por las rampas de emergencia con su equipaje.
Un vuelo tormentoso
El accidente terminó con un vuelo que hasta entonces había sido normal habiendo partido de Shanghái, China. Hizo escala en Seúl, Corea del Sur, antes de volar durante de 10 horas hacia San Francisco.
Entre los 291 pasajeros había 141 chinos, 77 surcoreanos, 61 estadounidenses y un japonés, dijo Asiana Airlines. La aerolínea es una de las dos más grandes de Corea del Sur; la otra es Korean Air.
Al comando del avión estaba uno de los pilotos veteranos de Asiana, quien había volado durante 17 años, dijo la aerolínea el domingo. Otros tres pilotos también estaban a bordo, trabajando por turnos.
Una vez el avión cayó fuera de la pista, los pasajeros vivieron una montaña rusa.
“Mientras el avión aterrizaba, pensé que parecía que el piloto estaba despegando de nuevo”, dijo el pasajero Noni Singh.
El avión cayó con brusquedad.
“Y luego sólo el estruendo, la parta de atrás del avión se rompe y vuela por los aires”, dijo Elliott Stone, otro pasajero, “y todo el mundo se va hacia el techo”.
Humo negro oscuro salió del avión mientras yacía sobre su vientre, sin tren de aterrizaje a la vista.
El techo estaba carbonizado y, en algunos lugares, había desaparecido. La parte trasera del avión había sido cercenada por completo.
Llamas y el humo salían de las ventanas.
“Honestamente, estaba esperando que el avión empezara a dar vueltas, y en ese caso creo que muchas personas habrían muerto”, dijo Levy.
“Si nos hubiéramos volteado, ninguno de nosotros estaría acá para contarlo”.
La gran pregunta
Determinar la causa exacta del accidente podría tomar hasta dos años, dijo Choi Jeong-ho, jefe de la Oficina de Aviación de Corea del Sur.
Investigadores surcoreanos trabajarán conjuntamente con funcionarios estadounidenses de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte.
Las cajas negras del avión fueron recuperadas y están en camino a Washington, dijo la Junta este domingo.
La aerolínea compró el avión, un Boeing 777-200, en marzo de 2006. El CEO y presidente de Asiana Yoon Young-doo dijo que no hubo falla en los motores, hasta donde sabe.
“La compañía realizará un análisis preciso sobre la causa de este accidente y tomará fuertes medidas de seguridad en el futuro con la lección aprendida de este accidente”, dijo Yoon.
No es la primera vez
Antes del desastre del sábado, Asiana Airlines tuvo dos accidentes mortales en los últimos 20 años.
En 1993, un accidente cerca al Aeropuerto Mokpo dejó 68 personas muertas de las 116 a bordo. El 737-500 cayó por mal tiempo cuando el avión hacía su tercer intento de aterrizaje, dijo la Red de Seguridad de Aviación.
Y en 2011, un avión de carga que se dirigía de Seúl a Shanghái cayó al mar de China Oriental, matando a las únicas dos personas a bordo.
Quizá una de las razones por las que tantas personas sobrevivieron al accidente del sábado es que el Boeing 777 está construido para que todos puedan salir del avión en 90 segundos, incluso si la mitad de las puertas no funcionan.
De todas maneras hay muchos interrogantes.
Yoon les dijo a los periodistas que no confirmaría muchos detalles del accidente, esperando la investigación.
Pero empezó la rueda de prensa inclinando la cabeza a modo de disculpa.

< >

0 comentarios:

Publicar un comentario