Justin Carter quedara tras las rejas durante meses y se enfrentara a la posibilidad de cumplir una condena de varios años en prisión. Finalmente, Justin tendrá su primera audiencia ante un tribunal del condado de Colma, Texas, el 16 de julio, según informó su abogado, Don Flanary.
Carter, de 19 años, está encerrado desde febrero en la prisión de Comal, cerca de San Antonio. Enfrenta cargos por amenazas terroristas, un delito por el que teóricamente podrían condenarlo a hasta ocho años de prisión.
Flanary le dijo a CNN que buscará reducir la fianza de 500 mil dólares que pesa sobre Carter, fuera del alcance de su familia.
El abogado, que está trabajando ad honorem, tuvo su primer encuentro con Carter el martes. Aseguró que Carter no está bien y que se encuentra bajo vigilancia para prevenir un potencial suicidio.
“Justin está en malas condiciones y ha sido abusado durante su encierro”, indicó Flanary en un correo electrónico. “Trataremos estas cuestiones durante la audiencia”, agregó.
Evitó, sin embargo, dar precisiones sobre los abusos que habría sufrido el joven en prisión.
En febrero, Justin y un amigo discutían en Facebook con alguien acerca del videojuego en línea League of Legends.
“Alguien me dijo algo como ‘Oh, estás enfermo. Estás loco. Estás muy mal de la cabeza’”, dijo Jack Carter a la filial de CNN en Austin, KVUE.
Según los documentos de la corte, Justin respondió: “Estoy jodido de la cabeza, sí. Creo que voy a disparar contra un kinder y veré cómo llueve la sangre de los inocentes y me comeré el corazón palpitante de uno de ellos”.
Jack Carter dijo que su hijo agregó “LOL” (las siglas que en inglés expresan "carcajearse") y “J/K” (las siglas en inglés de "solo bromeaba"), lo que indicaba que el comentario no iba en serio.
Sin embargo, alguien —Carter dice que fue una mujer que estaba en Canadá— notó el comentario y lo reportó a las autoridades.
Habían pasado dos meses desde el mortífero tiroteo en una escuela primaria de Newtown,por lo que el reporte no se tomó a la ligera. Según los documentos de la corte, Carter vivía a menos de un kilómetro de una escuela primaria en New Braunfels, Texas.
El 13 de febrero se emitió una orden de cateo y, una semana más tarde, un juez
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