Una de las razones es que los hombres son más propensos a las enfermedades del corazón. Esto puede ser porque las mujeres tienen niveles más bajos de hierro ya que pierden sangre durante la menstruación, o puede ser debido a los efectos dañinos de la variación de testosterona en hombres jóvenes. También puede ser debido a que los hombres fuman más que las mujeres.
Pero además hay otras razones evolutivas. Como todos los animales, no vivimos para siempre porque necesitamos más energía para reparar células viejas a medida que nos hacemos mayores, y una vez que nos hemos reproducido nuestros cuerpos han cumplido con su misión en cuanto a genes se refiere.
Por lo tanto, mantener un cuerpo viejo en marcha sólo merece la pena si puede ayudar a la siguiente generación. El papel de las madres a la hora de criar a los hijos puede significar que sus cuerpos invierten más en su mantenimiento que el de los hombres por lo que viven más. Las abuelas también pueden ser valiosas a la hora de cuidar a los nietos.
En términos biológicos, el cuerpo de los hombres viejos puede ser desechable.
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